La dignidad de cada mujer es inviolable según el artículo 1 de la Ley Fundamental.

El artículo 2 establece que toda mujer tiene derecho al libre desarrollo de su personalidad e integridad física. Por lo tanto, la protección de mujeres y niños contra la violencia es una responsabilidad estatal.

El movimiento de mujeres de los años setenta y ochenta ha levantado el tabú sobre la violencia doméstica contra mujeres y niños. La fundación de refugios para mujeres es un mérito de este movimiento de mujeres. Como resultado, el trabajo de asesoramiento y apoyo se ha desarrollado y profesionalizado con mujeres y niños víctimas de la violencia. En la actualidad, los refugios para mujeres constituyen una parte indispensable del sistema de ayuda pública. Vemos nuestro trabajo en la tradición de este desarrollo.